El gasto público acumula una caída real del 6% interanual
El Gobierno continúa con su tarea de ajustar los números presupuestarios en acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según el último informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la disminución de la ejecución presupuestaria para abril fue del 13,8% en términos reales, en comparación con el mismo período del año pasado. Uno de los principales recortes detectados por el órgano parlamentario tiene que ver con las transferencias de capital, con especial incidencia en las diferentes jurisdicciones del país. En el cuarto mes de 2023, hubo una caída de recursos para el Potenciar Trabajo y Políticas Alimentarias, del orden del 12% en términos reales. En lo que va del año, la caída real de gasto de la Administración Nacional llegó al 6% en términos reales.
En su disertación ante la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham), el ministro Sergio Massa reconoció la magnitud de la contracción del gasto público registrada el año pasado, desde su ingreso al gabinete. “Si mirás agosto-diciembre del 2022, hubo un 40% de caída real del gasto”, afirmó. En lo que va del 2023, la tendencia no cambió.
“El gasto total de la Administración Nacional registró una caída de 7,6% interanual en el primer cuatrimestre del año, compuesto por una reducción de los gastos primarios de 9,2% y un incremento de los intereses de la deuda de 9,1% interanual”, puede leerse en el último informe de la OPC.
Las transferencias destinadas a provincias y municipios registraron, al cuarto mes del año, una caída del 3,8% interanual en términos reales. “Se reducen principalmente aquellas vinculadas a obras de saneamiento (-18,7%) y vivienda (-26,6%). Las partidas destinadas a los Fondos Fiduciarios tuvieron una caída del 67% en términos reales y sobresalió la merma en las transferencias hacia el Procrear (-90,5%)”, indicaron desde la OPC.
El recorte en términos reales también alcanzó a los programas sociales. Los recursos para las políticas alimentarias registraron una caída real del 13% en abril, con un acumulado del 7,3% en la comparación interanual, en un escenario de alta inflacionaria. A su vez, el Potenciar Trabajo registró una merma del 12,2% en abril.
Como contrapartida a los recortes ejecutados durante el primer cuatrimestre, los servicios de la deuda pública registraron un incremento del 128% interanual, según también analizó el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).
Recesión administrada
En un contexto de alta inflación, tensión cambiaría y caída de reservas -y buena letra con el FMI-, la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE) estimó que el plan oficial de una “recesión administrada” no sería lo suficientemente convincente como para alcanzar la tan mentada estabilidad macroeconómica. Dentro de esta estrategia se incluye la caída real del gasto público.
“Los datos de la actividad económica y de las importaciones en el primer trimestre reflejan que esta herramienta no está logrando frenar la actividad en la medida necesaria para evitar la sangría de reservas y descomprimir la situación del frente externo. Este panorama abre el interrogante de hasta qué punto es posible llevar adelante una recesión administrada desde la oferta”, puede leerse en el informe.