Massa viaja rumbo a Estados Unidos para negociar con el FMI y desmarcarse la “dolarización Milei”
El viaje a los Estados Unidos del ministro de Economía, Sergio Massa, enfría (en parte) la incertidumbre en los mercados que siempre miran atentos los procesos electorales. En este sentido, para el gabinete económico el titular del Palacio de Hacienda se constituye en un garante de “estabilidad” en relación a otras opciones.
Para el equipo económico, el contrincante electoral es Javier Milei, tal como detalló este fin de semana PERFIL. En la pelea dentro de esa dupla, el gabinete económico considera que posee fortaleza.
En este contexto este viaje de Massa a los Estados Unidos tiene una lectura amigable; es decir consideran que el organismo internacional de crédito “otorgará lo justo y necesario”, parafraseó una alta fuente en Washington consultada por PERFIL. Eso no quita que el FMI no ponga el acento en las dificultades que la Argentina sigue mostrando para cumplir las metas, ya flexibilizadas desde la sede central del Fondo.
Massa se subió al avión para enfrentar esas debilidades cara a cara con el staff político y descarta de plano una dolarización, como sí propone Milei, quien mantuvo un encuentro virtual junto a sus equipos con el FMI. Esto, desde la perspectiva del oficialismo le suma al titular de Hacienda (y candidato presidencial).
También es cierto que para el FMI esta negociación no es únicamente ahora con un ministro y candidato sino, depende las chances electorales hoy frías, con el posible futuro gobierno con quien, sea quien sea, el Fondo ya descuenta tendrá que renegociar todo el acuerdo en curso.
En definitiva, de lo que se trata es de poner en mejor perspectiva las tres variables que aun el Gobierno no logró encarrilar: inflación, tipo de cambio y crecimiento económico. La inflación en agosto está nuevamente en alza y golpea fuertemente a alimentos donde algunas consultoras ya ven un 10,4% en las últimas semanas, hubo remarcaciones de entre 10% y hasta 30% en carnes, pan y leche.
El tipo de cambio es un desafío enorme en sí mismo. La devaluación del 20% del lunes pasado no logró achicar la brecha superior al 100% con el dólar blue que, por estas horas parece haber entrado en una meseta mirando al futuro de las discusiones en EE.UU. De todos modos, superó la barrera de los $ 700 y solo dos semanas atrás estaba en la zona de los $ 500.
Finalmente, el crecimiento económico cruje por los tiempos electorales y las inconsistencias económicas y muestra un nivel heterogéneo en los diferentes sectores. Lo que queda claro es que del despegue del sector privado dependerá el crecimiento de los nuevos puestos de empleo que desde 2011 en este ámbito, no aumentan.