Siete frases inolvidables de Fidel Castro a 4 años de su fallecimiento
El 25 de noviembre de 2016 falleció en Cuba el expresidente hasta 2008 y líder de la Revolución Cubana (1953-1959) Fidel Castro. Sin embargo, el legado del líder político sigue vivo, y sus ideas continúan vigentes.
El histórico líder de la Revolución Cubana (1953-1959) y expresidente de Cuba (1976-2008), Fidel Castro, se convirtió en una de las figuras políticas más importantes de América Latina y el Caribe de todos los tiempos. Sus ideas y sus palabras perduran en el tiempo: conoce algunas de sus frases inolvidables.
El 25 de noviembre de 2016 falleció en Cuba el expresidente hasta 2008 y líder de la Revolución Cubana (1953-1959) Fidel Castro. Sin embargo, el legado del líder político sigue vivo, y sus ideas continúan vigentes.
Abogado de profesión, y de familia acomodada, Castro fue una figura central para el derrocamiento de la dictadura del general Fulgencio Batista (1952-1958). Su ideología marxista lo convirtió en uno de los críticos más recordados del sistema capitalista, el imperialismo estadounidense, la doctrina neoliberal y la desigualdad social.
Estas son algunas de sus palabras más emblemáticas en honor al cumplimiento de cuatro años desde su fallecimiento.
Las frases inolvidables de Fidel Castro
- «Médicos y no bombas»
Recientemente recordada por el actual mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, quien la citó durante una Asamblea General de la ONU en el marco de la discusión sobre el COVID-19, una de las frases más reconocidas de Castro es la de «médicos y no bombas».
«Decenas de miles de médicos cubanos han prestado servicios internacionalistas en los lugares más apartados e inhóspitos. Un día dije que nosotros no podíamos ni enviaríamos nunca, nunca realizaríamos ataques preventivos ni sorpresivos contra ningún oscuro rincón del mundo. Pero que, en cambio, nuestro país sería capaz de enviar los médicos que se necesiten a los más oscuros del mundo. ¡Médicos y no bombas!», había dicho Castro durante una conferencia en la Facultad de Medicina de Buenos Aires el 26 de mayo de 2003.
- La profecía sobre Bolivia
El 30 de abril de 2008, los principales medios de Cuba difundieron un análisis escrito por Castro acerca de la amenaza de Estados Unidos a Bolivia, y su plan para someter al país en «días, quizás horas».
«Cuando de todas partes del mundo llegan noticias escalofriantes sobre la escasez y costo de los alimentos, precio de la energía, cambios climáticos e inflación, problemas que por primera vez se presentan al unísono como cuestiones vitales, el imperialismo se empeña en desintegrar a Bolivia y someterla a trabajo enajenante y hambre», había escrito.
Allí, explicaba que el plan de EEUU era «utilizar algunos sectores militares antipatriotas para librarse de Evo en aras de la unidad, algo que al apropiarse las transnacionales de las ramas productivas básicas, sería meramente formal».
Once años después, cuando efectivamente el exmandatario boliviano sufrió un golpe de Estado, sus palabras adquirían validez en una suerte de profecía cumplida.
- «La historia me absolverá»
Durante su alegato de autodefensa en el juicio que le fue hecho por el ataque al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, acción armada del 26 de julio de 1953, Castro pronunció otras de las palabras con las que más se lo suele citar.
«Condenadme, no importa, la historia me absolverá», dijo el 16 de octubre del mismo año, durante el juicio. En esa oportunidad, el líder revolucionario operó como su propia defensa, y aunque la frase no quedó registrada de forma oficial, el expresidente reconstruyó su discurso más tarde para su publicación en el manifiesto del Movimiento 26 de Julio.
- «La revolución empieza ahora»
«La Revolución empieza ahora, la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros», pronunció Castro el 1 de enero de 1959, en el Parque Céspedes de Santiago de Cuba.
Esa fue la fecha en la que la Revolución Cubana anunciaba su triunfo, y con ella terminaba la dictadura de Batista.
- «La tiranía ha sido derrocada»
Días más tarde, el 8 de enero de 1959, Castro llegó a La Habana y pronunció uno de los discursos más recordados de la historia de Cuba.
«Creo que es este un momento decisivo de nuestra historia: la tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil”, dijo.
- «Con los humildes y para los humildes»
El 16 de abril de 1961, durante las honras fúnebres a las víctimas de la invasión de Bahía de Cochinos, también conocida como invasión de Playa Girón o Batalla de Girón, ordenada por el Gobierno estadounidense, Castro reivindicó la revolución y recordó sus principios básicos.
«Esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes. Y por esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida», sostuvo en aquella oportunidad.
- Sobre asuntos de ambiente y deuda externa
Castro sorprendió a los mandatarios de todo el mundo durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo del 12 de junio de 1992, en Río de Janeiro.
«Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre. Cesen los egoísmos, cesen los hegemonismos, cesen la insensibilidad, la irresponsabilidad y el engaño. Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo», dijo en esa oportunidad.
Luego, concluyó con uno de sus juegos de palabras más audaces: «Páguese la deuda ecológica y no la deuda externa. Desaparezca el hambre y no el hombre».