Bonadio: Una causa insólita, un juez corrupto y el trato desigual en las indagatorias a Timerman y a Franco Macri

El uso político de las operaciones judiciales y mediáticas

Desde que gobierna la oligarquía en nuestro país, «el periodismo de guerra» —así como lo denominó el ya fallecido operador mediático de Clarín, Julio Blanck— ha sido la herramienta por excelencia del poder político actual en complicidad con un sector del poder judicial y del aparato mediático concentrado para perseguir a opositores de una manera nunca vista, o por lo menos, no tan obvia como en la actualidad. A esta estrategia del poder se lo conoce también como «Lawfare».

Si bien sabemos cómo el poder mediático concentrado —instrumento de dominación y colonización de las élites globales— viene haciendo estragos con las democracias populares en todo el mundo, específicamente en estos últimos años, el ataque se ha centrado con saña sobre los dirigentes políticos populares de Latinoamérica. El foco impuesto por los medios es el tema corrupción, que pareciera tocar el nervio de la moral en la población, o por lo menos logra indignar a la mayor cantidad de receptores distraídos que no logran cuestionar el mensaje del emisor. La opinión pública reacciona emocionalmente a tal punto que si estos medios le marcan la corrupción en X, ellos caerán en la lógica de que el que no es marcado entonces no es corrupto.

Una de las tantas operaciones mediática-judicial en la que estos poderes se han retroalimentado fue la insólita pero perjudicial denuncia por «traición a la patria» contra el excanciller, recientemente fallecido, Héctor Timerman. La causa fue armada a partir de la firma de nuestro país en el Memorándum de Entendimiento con Irán para intentar avanzar con el esclarecimiento del atentado a la AMIA. Memorándum que fue aprobado por el Congreso, es decir, con el acuerdo de los diputados y de los senadores. Pero la opinión pública no escapó de la manipulación y tergiversación del tema por los medios y, una vez más, tanto los organismos de la DAIA y de la AMIA, ¿cayeron en la trampa de no cuestionar la «información» difundida?

Lo insólito se naturaliza

Pareciera haber pasado desapercibido que el juez de la causa por el Memorándum, Claudio Bonadio, había sido ya denunciado en 2010 por el mismísimo fiscal Alberto Nisman por amenazas de muerte y tareas de inteligencia contra su persona, en medio de la investigación por el encubrimiento del atentado a la AMIA. Estos tipos de blindajes mediáticos y judiciales que amparan a uno de los jueces más corruptos de nuestro país hace del poder judicial un cómplice necesario para que la verdad no sea revelada y para que la justicia no se ajuste al Estado de Derecho.

Lo insólito se naturaliza y eso se hace evidente en la causa por el Memorándum de entendimiento con Irán en la que el excanciller Héctor Timerman fue denunciado como «traidor a la patria». Graciana Peñafort, abogada y amiga de Héctor, expuso el cinismo de las operaciones mediáticas y de las sinrazones de la justicia con las que armaron una de las causas más ridículas y con un grado de saña enorme, y que angustiaron y atormentaron a Héctor Timerman injustamente. A tal punto fue la difamación y violencia que la salud del compañero se fue deteriorando rápidamente.

Graciana cuenta con dolor que a la salida de la indagatoria ante el juez Claudio Bonadio      —indagatoria que había sido pedida por la defensa se adelantara a la fecha pautada por el juez y se realizara en el domicilio del excanciller, pero que fue cruelmente denegada por el magistado— Héctor tuvo que ser hospitalizado de urgencia tras un desmayo. El pedido de Héctor a Graciana en ese momento es desgarrador:
“Me mataron Graciana, y yo no quiero morirme así. No dejes que manchen mi nombre, por favor”.

La doble vara de Bonadio

Mientras que la indagatoria a Franco Macri será en su casa «por razones de salud» a Héctor Timerman, con un cuadro delicado de salud, lo obligaron a declarar en Comodoro Py

El juez Claudio Bonadio, a cargo de la causa derivada de las fotos de las fotocopias de un supuesto cuaderno escrito por el chofer Oscar Centeno y que se ramificó hasta la familia Macri, decidió suspender la citación a declaración obligatoria que había resuelto para el padre del presidente de la nación, Mauricio Macri.

El magistrado se basó en el informe del Cuerpo Médico Forense, que señaló que Franco Macri no está en condiciones de ejercer su derecho de defensa ni declarar en indagatoria, según publicó el portal Infobae. Los facultativos deben revisar cada tres meses al empresario multimillonario, de 88 años de edad, para comprobar en qué situación se encuentra y comunicar su estado de salud al juez del caso.

Graciana nos explica en este video esa doble vara de Bonadio

«No quiero para Franco Macri lo mismo que Timerman. Está bien la decisión. Lo de Héctor estuvo mal», afirmó la abogada.

Mirá el video acá:

Héctor Timerman se fue sin encontrar verdad y justicia en la causa por el atentado a la AMIA. De la misma manera en que no llegó a resistir con su vida la injusticia con que se lo trató de «traidor a la patria», patria que defendió con la pluma, la palabra y sus acciones. El acuerdo era el único instrumento para lograr que declararan los acusados iraníes y poder destrabar y conocer la verdad, ya que nuestro país no permite el juicio en ausencia de los acusados.

No sabemos cuándo la verdad saldrá a la luz, ni cuándo la justicia esté a la altura de las circunstancias y comience a inclinar su mirada hacia la búsqueda de la verdad y de la razón. Lo que sí sabemos es que quienes somos conscientes de la gravedad política e institucional en que estamos, tenemos el deber de luchar incansablemente para que vuelva a reinar definitivamente en nuestro país el Estado de Derecho. Aferrémonos al ejemplo de las Madres y de las Abuelas que no claudicaron nunca ante la búsqueda de verdad y justicia.

Y somos conscientes de que se logrará terminar con la impunidad con que se maneja el poder fáctico si un proyecto nacional y popular gana las próximas elecciones en 2019.

 

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