Los sojeros todavía poseen 6 millones de toneladas en silobolsas pero se niegan a liquidar

El sector agroexportador volvió a reclamar la eliminación de las retenciones a los diferentes granos vinculados a la pampa húmeda (soja, maíz, trigo y girasol). Fue en el inicio de una nueva Expoagro, la feria del sector en la que tienen participación las empresas Clarín y La Nación. La diatriba generalizada ocurrió una semana después de que el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) realizara el mismo pedido tras escuchar las palabras del Presidente Alberto Fernández durante la inauguración de las sesiones ordinarias.

Los dirigentes de este amplio sector cuentan en público las pérdidas en las cosechas de trigo, maíz y soja como consecuencia de la sequía, calculadas en 26 millones de toneladas pero suelen callar sus márgenes de rentabilidad obtenidos hasta diciembre del año pasado. Tampoco mencionan cuánta soja permanece almacenada en silo bolsas. Dato no menor, ya que con el volumen que todavía no comercializaron de la campaña anterior podrían presionar al Gobierno con la aplicación de un nuevo dólar soja.

Según el Monitor Agroindustrial difundido por la Ciara – CEC, la cámara que nuclea a las grandes cerealeras exportadoras, las ventas de soja de la campaña 2021-2022 llegaron a las 36,6 millones de toneladas. ¿De cuánto fue la producción el año pasado? Para la industria, la campaña total llegó a las 42,5 millones de toneladas.

Es decir, todavía restan por vender 6 millones de toneladas, que equivalen a 3400 millones de dólares (con una soja que cotiza en Chicago cerca 566 dólares la tonelada). Sería una suma para nada despreciable si se tiene en cuenta el contexto de sequía de divisas para el Banco Central como consecuencia de la caída productiva ante las inclemencias climáticas.

¿Dónde está?

Los dirigentes de la Mesa de Enlace repiten que sus representados no posee soja almacenada. Pero en algún lado debe estar. ¿El Estado tiene la capacidad de saberlo?

Según datos del Centro de Estudios Agrarios (CEA), existen en el país 57.780 productores de soja, de los cuales el 10 por ciento concentra el 56 por ciento de la producción con un promedio de 1514 hectáreas de superficie sembrada. “Serían los grandes jugadores con fuerte capacidad financiera”, afirma Matías Strasorier, integrantes del CEA.

El ranking de esos grupos de siempre está liderado por Adecoagro (210.000 hectáreas), AGD (200.000), Lartirigoyen (150.000), MSU (140.000), Cresud –Elsztain (132.000), Grupo Duhau (120.000), Grupo Andreoli (100.000), Los Grobo (90.000), Grupo Boehler (80.000) y Liag Argentina (79.000).

Luego estarían las grandes sociedades con capacidad de acopio, muchas de las cuales también son exportadoras directas. De acuerdo a los datos del CEA, en este rubro juegan Cargill con una capacidad de acopio de 8 millones de toneladas al año, AGD (4 millones), Dreyfus (3 millones), Bunge (3 millones), Cofco (7 millones) y Viterra, ex Glencore (4 millones).

Lo curioso es que estas sociedades suelen esconderse detrás de la diatriba de la Mesa de Enlace aunque también aparecen bien representados por el Consejo Agroindustrial en su interlocución con el equipo económico de Sergio Massa.

Márgenes

La cartera de Agricultura publicó los resultados de los márgenes agrícolas para diciembre de 2022, tanto para los productores que son dueños de sus campos como para aquellos que alquilan. La crema del negocio suele estar del lado de los que son dueños aunque, para Strasonier, detrás del alquiler se esconde también el negocio financiero del sector. Es decir, grandes empresas que alquilan para alcanzar mayores producciones y otros que viven de rentas.

En la zona núcleo norte, un productor de soja de primera obtuvo un margen neto (luego de pagar gastos de comercialización) de 591 dólares por hectárea. Este dato corresponde a diciembre de 2022. Un año atrás, el mismo productor se había quedado con un margen de 587 dólares por hectárea.

Y en el caso de la zona núcleo sur, un productor dueño de su campo obtuvo un margen neto de 696 dólares por hectárea frente a los 615 dólares captados a diciembre de 20211. El incremento de esa rentabilidad en dólares fue del 13%. Pero aun mayor fue en la zona Oeste de Buenos Aires, con un margen de 577 dólares por hectárea frente a los 439 dólares de diciembre de 2021. Es decir, un incremento del 31 por ciento.

Pero el negocio del año pasado vino con el trigo, empujado por la guerra entre Rusia y Ucrania. En la región centro de Buenos Aires, un productor con campo propio obtuvo un margen neto de 572 dólares por hectárea, cuando un año atrás, antes del conflicto bélico, dicho margen había sido de 263 dólares, un salto del 117 por ciento. Los arrendatarios también ganaron: el incremento de su rentabilidad pasó de los 153 dólares por hectárea a 419 dólares, un alza del 173 por ciento.

La sequía es una realidad que golpeó fuertemente la producción de trigo y otros granos. Pero no menos reales fueron las ganancias del sector durante 2022, año en el que debería haberse aprobado el proyecto de ley para captar esa renta extraordinaria.

Fuente: eldestapeweb.com

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