Con guiños a una candidatura, Cristina copó el CCK e ilusionó a la platea «Me interesa volver a construir un país que alguna vez tuvimos»
En un acto junto al Grupo de Puebla en el CCK, donde algunos de los integrantes del bloque regional hablaron al público, la vicepresidenta Cristina Kichner apuntó al «lawfare», volvió a hablar del asedio de la Justicia y los medios, y señaló que «es el neoliberalismo que desplaza al Estado» el que «permite el ingreso» del narcotráfico.
Además, en un párrafo que ilusionó a sus seguidores, que coparon la platea al son de «Cristina Presidenta», la exmandataria apuntó: «No me interesa si me van a condenar, inhabilitar o meter presa. Me importa que volvamos a construir un Estado democrático y constitucional en el cual las garantías no sean cartón pintado. Me interesa volver a construir un país que alguna vez tuvimos, como lo hizo el peronismo el siglo pasado».
También, y mientras el presidente Alberto Fernández encabezaba un acto en Chaco, CFK apuntó que para luchar contra el crimen «primero hay que desarmar el sistema financiero», que «lava la guita del narco».
«Este neoliberalismo que desplaza al Estado permite el ingreso de otro gran drama de nuestro tiempo, de nuestra región y nuestras sociedades, que es el narcotráfico. Cuando desparece el Estado ha aparecido este fenómeno. El narco que ocupa el lugar del Estado», indicó Fernández de Kirchner.
Al participar del encuentro “Voluntad popular y Democracia. Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la Democracia”, organizado por el Grupo de Puebla como parte del III Foro Mundial de los Derechos Humanos, la Vicepresidenta aseveró: «Si tenemos que luchar contra el narcotráfico primero tenemos que desarmar el sistema financiero, que es el que lava la guita del narco».
En ese sentido, marcó que «nos quieren convencer que pelean contra el narcotráfico porque están presos mujeres o chicos que andan en el narcomenudeo».
«A ver si vamos a creer que bandas con nombres pomposos de analfabetos son los que arman las ingenierías para lavar los miles de millones del narco. Por favor, despabílense todos de una buena vez», expresó la Vicepresidenta.
Asimismo, destacó que «es necesario recuperar un sistema judicial, no solamente por lo que nos pueda pasar a dirigentes populares, sino también para enfrentar los dramas de nuestro tiempo, desde el narcotráfico hasta cuando vengan por nuestros recursos naturales».
Evo, López Obrador y más
Líderes progresistas de América latina y de Europa junto a juristas de distintos países advirtieron hoy sobre la existencia de un «partido judicial» que apela a «mecanismos legales y mediáticos» para «perseguir y destruir moral y políticamente» a los «adversarios políticos», y mencionaron como último «gran caso» en la región lo ocurrido con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad.
«Se elige a quien se quiere eliminar y se utilizan todos los mecanismos legales que deberían de ser usados como garantías, y sin embargo se usan como armas arrojadizas contra el oponente político», cuestionó el jurista español Baltasar Garzón durante el encuentro internacional del Grupo de Puebla que se realizó en el Centro Cultural Kirchner (CCK).
Durante la jornada denominada «Voluntad Popular y Democracia. Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia», Garzón subrayó que el último «gran caso de lawfare» en América latina es la causa Vialidad, en la que se dictó un veredicto de primera instancia que le impone a la Vicepresidenta seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
«No hay ni una prueba directa en las 1600 páginas de ese engendro llamado sentencia, que me he leído», remarcó el exjuez al referirse a los fundamentos del fallo del Tribunal Oral Federal 2, al que calificó de «una aberración jurídica».
En el mismo sentido, el exmandatario ecuatoriano Rafael Correa definió al «lawfare» como la «judicialización de la política» que consiste, dijo, en el «abuso del derecho y el uso de la difamación» en nombre de una «lucha anticorrupción» con el objetivo de «destruir moral, política y económicamente a adversarios políticos».
«El ‘lawfare’ no solo destruye vidas y personas. También nos roba la democracia y cambia, al menos temporalmente, la historia», analizó, y ejemplificó con las «persecuciones judiciales» no solo a Cristina Kirchner sino también a otros líderes políticos latinoamericanos.
«Así como el Plan Cóndor no fue casualidad, la persecución contra Dilma Rousseff, Cristina Fernández de Kirchner, Evo Morales, Fernando Lugo y Lula Da Silva tampoco fue casualidad», resaltó.
El panel, que tuvo entre el público a varias decenas de funcionarios del Gabinete nacional y a legisladores del Frente de Todos, fue coordinado por el chileno Marco Enríquez-Ominami.
En este marco, el expresidente boliviano Evo Morales coincidió en que en la actualidad de América latina siguen las «persecuciones políticas» porque existe un «delito» que es el de «defender a la gente humilde».
«Cuando no nos derrotan política, electoral, social o culturalmente, lo intentan judicialmente. Ahora, cuando no pueden derrotarnos como en tiempos de Plan Cóndor, son golpes judiciales contra líderes políticos que están con su pueblo», destacó.
A su turno, el exmandatario español José Luis Rodríguez Zapatero definió al ‘lawfare’ como una «nueva categoría jurídico-política» muy extendida en la actualidad, ante la cual exhortó a recuperar «la imparcialidad» como «esencia del proceso judicial».
«Nosotros tenemos una obligación que es no judicializar la política, porque acaba partidizándose la justicia y se hace un enorme daño a la democracia», advirtió el dirigente del Partido Socialista Obrero Español (Psoe).
Y al detenerse en la historia argentina, dijo que se trata del país que «más y mejor ha luchado» por los derechos humanos en los últimos 40 años.
Sin embargo, Rodríguez Zapatero también mencionó el intento de asesinato a la Vicepresidenta del pasado 1° de septiembre y dijo que el episodio lo impactó «extraordinariamente».
En tanto, el exmandatario colombiano Ernesto Samper planteó que «las guerras jurídicas» son un «problema político» porque demuestran una «intervención descarada» para «trancar el progreso social» en los países de la región.
Y en ese sentido, ironizó: «Los progresistas somos culpables hasta que se demuestre lo contrario. Ya no se tiene en cuenta la presunción de la inocencia».
Además, el exmandatario hizo mención al rol que tienen los medios de comunicación para «proclamar» un «daño moral» que «no se puede recuperar en años».
«Hay una alianza terrorífica entre grupos comunicacionales y ciertos grupos económicos», apuntó.
Por su parte, la jurista hispanoecuatoriana Adoración Guzmán puntualizó en que la «persecución» contra la dos veces Presidenta de la Nación también forma parte de una «violencia política sexista».
«Pretenden menoscabar y eliminar la participación de las mujeres en los espacios públicos. Quieren expulsarlas de nuevo al ámbito privado y no lo van a conseguir», resaltó.
En esa sintonía, advirtió que el «lawfare es un dispositivo de poder» que apuntala «un proyecto económico, político e ideológico que es profundamente machista y de derecha».
Otro de los expositores fue el diputado del FdT Eduardo Valdés, quien desde un rol de moderador y al presentar a Cristina Kirchner contabilizó «654 causas» iniciadas contra la exmandataria en los últimos años.
Valdés advirtió asimismo que la Vicepresidenta es víctima de «la doctrina del derecho penal del enemigo» y mencionó al juez Julián Ercolini, responsable de la etapa de instrucción en la causa Vialidad, como el magistrado «que recibió dádivas del Grupo Clarín» al aludir al viaje VIP a Lago Escondido.
Previo al discurso que dio la Vicepresidenta como cierre de la jornada, el jurista Baltasar Garzón y la abogada brasileña del Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia Gisele Ribocom presentaron el nuevo libro «Objetivo: Cristina. El lawfare contra la democracia en Argentina».
«En la sentencia del caso Vialidad, que es la que ha motivado el libro, es que no existe esa prueba. No puede ser base creíble para una sentencia como la que hemos sufrido todos aquellos que sentimos el derecho como un instrumento de paz y concordia», señaló Baltazar Garzón. Y advirtió: «No nos callamos frente a un atropello judicial».
En esa sintonía, Ribocom denunció que en Sudamérica existe una «justicia partidizada» que, por un lado, «no investiga a los autores del atentado y por otro demuestra una verdadera saña persecutoria contra la Vicepresidenta».
Además, la abogada dijo que tuvo el «privilegio» de hacer un libro sobre el caso judicial de Lula que lo llevó a estar más de un año tras las rejas en una cárcel brasileña.
«Hoy sabemos todo lo que ha pasado. Lula volvió a ser presidente», subrayó.
Fuente: infonews.com