Tras la inflación de marzo, los alimentos ya subieron más de 5% en lo que va de abril
Tras el preocupante informe de marzo que difundió el Indec, un informe privado reveló que en la segunda semana de abril hubo un incremento feroz del 2,9% en los alimentos y se aceleró respecto a la semana previa, que ya había marcado un índice alto (2,5%). Así, el índice de alimentos y bebidas ya subió 5,4% en la primera quincena del mes. El mismo rubro registró una suba del 30% durante el primer trimestre.
De acuerdo a un informe de la consultora LCG al que pudo acceder El Destape, en la segunda semana de abril la suba de precios de los alimentos promedió 2,93%, acelerando 0,45 puntos respecto a la semana anterior. Luego de la disparada en el costo de la canasta básica alimentaria durante marzo, el mes arrancó con una suba incluso superior al promedio general de los últimos meses.
Según el documento, las carnes y frutas lideraron la suba semanal, siendo los únicos por encima del promedio general. Los cortes de carne vacuna aportaron el 60% del total del aumento (1,7 puntos). Así le fue a cada producto:
Carnes: 5,5%
Frutas: 3,3%
Productos de panificación, cereales y pastas: 2,1%
Bebidas e infusiones para consumir en el hogar: 2,1%
Productos lácteos y huevos: 1,9%
Verduras: 1,8%
Condimentos y otros productos alimenticios: 1,4%
Aceites: 0,8%
Comidas listas para llevar: 0,5%
Azúcar, miel, dulces y cacao: -0,5%
El porcentaje de productos con aumentos semanales fue del 33%. Así, la distribución de variaciones de precios presentó alta dispersión, de manera similar a la semana previa. Tres de las 10 categorías de alimentos relevadas se encuentran por encima del promedio mensual.
«Carnes sube después de dos semanas, aunque todavía está atrasado 5,9% respecto al promedio del resto de los alimentos», agregó el informe. La aplicación del nuevo dólar agro ya está afectando de forma negativa. En el anexo 2 del decreto 194/2023 aparecen listados los productos que se podrían beneficiar del nuevo esquema cambiario, entre ellos las exportaciones de carne, animales vivos y lácteos. La carne posee una incidencia dentro del IPC que va del 7 al 13 en función de la región del país.
En el primer trimestre, el precio de los alimentos se disparó casi 30% y preocupa lo que pueda pasar en los próximos meses. En marzo, la carne volvió a subir fuerte y varios cortes lideraron los aumentos del mes.
Según el Indec, el rubro de alimentos y bebidas se incrementó 9,3% y se trató del segundo aumento mensual más alto en los últimos seis años (la peor cifra se había registrado en febrero, cuando marcó 9,8%). En los primeros tres meses del año, los alimentos escalaron 28,2% y en un año 106,6%.
Es cada vez más difícil comprar carne
De acuerdo a un informe del Centro de Economía Política (CEPA), los precios de los distintos cortes de carne vacuna registraron una suba de 14,3% en marzo con respecto a febrero. En términos interanuales, estos cortes incrementaron su precio 90,4%, situándose por debajo del aumento general de precios de la economía (102,7%).
En paralelo, el pollo también se disparó un 31% en marzo. Exceptuando febrero de 2023, el pollo lleva 10 meses consecutivos con aumentos promedios que superan los incrementos promedios de carne vacuna. El indicador que suele representar este proceso y que vincula la evolución del precio del asado en relación con el precio del pollo arrojó una baja desde el inicio del año que llega a 2,87 en enero 2023, el valor más bajo de los últimos dos años. En febrero, retomó una curva ascendente, llegando a 3,57 producto del fuerte aumento de la carne vacuna en relación al pollo y en marzo se situó en 3,09 debido al incremento del pollo.
En buena medida, el incremento de precios explica, entre otras razones, la reducción en el consumo de carne bovina en los últimos años habiéndose reemplazado por otros tipos de carnes más económicas, como la aviar o porcina. Según el informe sectorial del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el consumo per cápita de carne vacuna se situó en marzo en 49 kilogramos/habitante por año. Sin embargo, con los aumentos en los sustitutivos y la degradación del salario, las opciones de alimentación con carne son cada vez más escasas.